Por qué las variedades tradicionales son hoy más importantes que nunca

Muchas variedades especiales han caído en el olvido en las últimas décadas, desplazadas por el cultivo industrial y la estandarización.
Sin embargo, son precisamente estas variedades tradicionales las que hacen que nuestra alimentación sea más diversa, sabrosa y sostenible.

Llevan consigo el conocimiento de generaciones pasadas, cuentan historias y devuelven a nuestros platos colores, formas y sabores que hace tiempo desaparecieron de los supermercados.
Al cultivarlas, contribuyes a conservar este patrimonio cultural vivo – directamente en tu jardín.

Variedades tradicionales en el huerto – lo que debes saber

Las variedades tradicionales de hortalizas no solo aportan diversidad de sabores, sino también ventajas prácticas en el cultivo.
Muchas de ellas son especialmente adaptables, resistentes a condiciones locales específicas o capaces de desarrollarse en suelos pobres.

• De polinización abierta: puedes guardar tus propias semillas – ideal para el autoconsumo.

• Mayor tiempo de maduración: algunas variedades necesitan más tiempo, pero ofrecen un sabor más intenso.

• Crecimiento diverso: las variedades tradicionales crecen de forma menos uniforme – y eso es precisamente lo que las hace especiales.

Cultivar variedades antiguas no solo es una forma de proteger la biodiversidad, sino también una forma de enriquecer tu huerto – si te atrae una jardinería auténtica y viva.